miércoles, 13 de abril de 2016

SOBRE EL PROYECTO

El proyecto ejecutado por el  pintor Carlos Rivera consistió en hacer murales que hoy decoran el exterior del jardín infantil San José, para realizar las obras el artista se sumergió en el mundo infantil, investigando en la figuración de los niños y trabajando directamente con el nivel más alto del establecimiento (de entre 3 y 4 años de edad) en jornadas de taller apoyado por las asistentes de párvulos. En total fueron 8 sesiones de una hora pedagógica c/u las que se hicieron, en las cuales se desarrollaron diversas actividades que giraron en torno a la experimentación con materiales, la expresión individual  y el conocimiento del patrimonio local, para esto último se conversó y mostró material audiovisual sobre el tema con la finalidad de que primero se reconociese y luego fuese representado a partir de la expresión artística por medio del dibujo y la pintura.
Una vez finalizadas las clases el pintor recopiló y analizó la información visual sobre el arte y la figuración infantil distinguiendo algunos patrones que se repetían constantemente. Sobre este mismo tema han indagado también ampliamente los psicólogos, pero evidentemente, dándole una perspectiva distinta en búsqueda de comprender los significados y simbolismos que expresan las figuras dibujadas por los niños. Además, cabe mencionar que muchos artistas modernos y contemporáneos se han inspirado en la creación infantil para construir su obra, recordemos, por ejemplo, lo que decía Pablo Picasso: "Todos los niños nacen artistas. El problema es cómo seguir siendo artistas al crecer” o "En aprender a pintar como los pintores del renacimiento tardé unos años; pintar como los niños me llevó toda la vida."
Pues bien, ¿Por qué dejan de pintar entonces los seres humanos? ¿Qué los detiene a volver a realizar esta noble y trascendental acción?...Son los prejuicios, las ideas preconcebidas, criterios y falsos criterios que se forman a muy temprana edad los que limitan y quitan la libertad al individuo…en cierto modo y muy a menudo, somos ciegos esclavos de un amplio conjunto de falsas ideas que determinan nuestro comportamiento (de “esclavos” o esclavos)…
Es así como a partir de los dibujos y pinturas realizadas por los mismos niños se diseñaron innumerables bocetos que se encuentran plasmados en los murales. No obstante, el pintor no sólo traspasó aquellos dibujos, sino que también fue un mediador de los anhelos, deseos y creencias infantiles. Para ello uso un método que en partes propuso una interpretación más personal del material recopilado y en otras fue una copia fiel de lo que los niños expresaron en sus obras. 
Ahondando en la  figuración de los murales, hay que señalar que estos son intrínsecamente infantiles y representan “verdaderamente”  la realidad de la mente de los niños, ya que por ningún motivo corresponden a un dibujo-pintura de carácter infantil hecho por un adulto. Que es lo que comúnmente se ve en los jardines infantiles. Pues la idea fue cambiar la fachada y el entorno por completo generando un mayor sentido de pertenencia y “realidad” entre los niños, las niñas y el ambiente escolar y comunal que les rodea.
Para culminar el proyecto, el día 31 de marzo se llevó a cabo una exposición de los trabajos que hicieron los niños y un recorrido por el jardín en el que los invitados pudieron apreciar las obras que decoran el lugar.

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